miércoles, 28 de enero de 2015

Extraterrestre

Si Dios me diera vida, aguardaría por tí mil años.
Siempre traigo constelaciones en mi mente de viajes desconocidos.
Mis ojos te miran a través de la más densa niebla.
Y en mis espaldas traigo antenas rastreadoras, que te buscan donde estés.
Estoy en contacto contigo mediante la atmósfera y así respiro tu mismo aire.
Las ondas expansivas de mi deseo te atraen  y aunque te alejes, las partículas de mi amor te persiguen.
En tu piel dejé guardadas las huellas de mis manos, esas que te recordarán nuestras noches de amor.
La capsula que dejaste en mi corazón me confirma que sigues allí como el primer día que se emocionó.
Y aunque pasara mil años y ya mi cuerpo no existiera, estaría mi alma en el infinito esperándote en medio de la galaxia y en otros planetas donde el amor permanece para siempre.

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